Consejos para conducir de noche: así viajarás más seguro
Aprende todo lo necesario para conducir de noche y que la menor visibilidad, los deslumbramientos o la visión borrosa no afecten a tu seguridad.
¿Te inquieta conducir de noche? No te preocupes, es algo lógico y normal que le sucede a mucha gente. La falta de luz hace que se reduzca la visibilidad, aumente la fatiga visual y sea necesaria una mayor concentración.
A continuación, resumimos los mejores consejos para conducir de noche con seguridad y mantener la atención al volante, con un único objetivo: llevar a cabo una conducción más tranquila y responsable.
Como decimos, la visibilidad es un factor determinante. La luz de los faros tiene un alcance limitado, el ojo humano tarda en adaptarse a los cambios de luminosidad (con variaciones bruscas entre oscuridad y deslumbramientos) y, además, el cansancio acumulado afecta a los reflejos y la capacidad de reacción.
De noche, la visión periférica se reduce, el contraste que puede detectar el ojo humano también disminuye y los reflejos de luces externas pueden deslumbrarte con facilidad. También se percibe peor la distancia.
Si vas a conducir de noche con frecuencia, contar con una buena iluminación es esencial. Entre los modelos Kia en la mayoría se ofrecen versiones con faros LED, caracterizados por su luz más clara y su mayor alcance.
Ahora bien, hay distintos sistemas que mejoran el funcionamiento de los faros. Por ejemplo, el asistente de luz de carretera, que conecta y desconecta las luces largas, en función de los coches que circulen de frente. También los faros LED con tecnología adaptativa o matricial, que permiten circular siempre con las luces largas activadas, mientras se van encendiendo y apagando módulos de LED de forma selectiva, para no deslumbrar a nadie.
Un coche en perfecto estado es el primer paso hacia una mayor seguridad conduciendo de noche. Vigilar estos componentes puede marcar la diferencia en situaciones de riesgo al conducir de noche.
-Comprueba las luces de posición, cruce, largas, traseras y antiniebla. Comprueba que todas las luces funcionan correctamente y ajusta su altura para evitar deslumbrar a otros conductores. Si fuera de tu interés, en tu Servicio Técnico Oficial Kia pueden verificar la correcta alineación de las luces.
-Limpieza del parabrisas, faros y retrovisores: Cualquier mancha en tu parabrisas, ya sea polvo, insectos o suciedad de cualquier tipo puede generar reflejos o reducir tu visión. Limpia el cristal interior y exterior, así como los espejos, antes de iniciar el trayecto. Además, dependiendo de la antigüedad de tu coche, pulir los faros puede ser necesario (por ejemplo, si se ven opacos). Esto lo puedes hacer en tu taller favorito o los talleres Kia.
-Comprueba los neumáticos. Los neumáticos deben tener la presión adecuada y un dibujo suficiente, que garantice la adherencia en todos los escenarios y, especialmente, en caso de lluvia o ante la humedad de la noche.
- Sistemas de asistencia que ayudan de noche. Depende de cada modelo, pero la mayoría de modelos Kia ya incluyen sistemas ADAS (Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor) como el control de fatiga del conductor, el asistente de cambio de carril o las mencionadas luces automáticas inteligentes, que ajustan el haz de luz según el tráfico para mejorar la visibilidad sin molestar a otros vehículos.
- Pasar la ITV cuando corresponda. Además de ser obligatorio a partir del cuarto año en todos los turismos de uso privado, nos asegura que el coche está en perfectas condiciones.
Con el coche revisado y tras analizar la importancia de los faros, te ofrecemos una serie de consejos esenciales para garantizar un trayecto seguro.
-Adapta la velocidad a las condiciones de la vía y su iluminación para poder reaccionar a cualquier imprevisto. Puede que el límite de una autovía sea 120 km/h, pero si, por ejemplo, hay niebla o lluvia, especialmente en la noche debes reducir la velocidad y adaptarla a las condiciones de la vía.
-Mantén más distancia de seguridad con el resto de los vehículos, así tendrás más tiempo a la hora de reaccionar ante cualquier imprevisto. Y aumenta la atención al entorno. En ciertas zonas, los animales pueden convertirse en un problema (y un peligro) durante la noche
- Enciende las luces de cruce una hora antes de la puesta del sol y no solo cuando sea noche cerrada (aunque el coche tenga función auto). En ciudad o carreteras iluminadas, bastará que uses las luces de cruce. En carreteras mal iluminadas, usa las largas, cambiando a las de cruce cuando pases cerca de otros vehículos para no deslumbrar a nadie. Algo que el coche hará por ti, si cuenta con asistente de luz de carretera o faros LED matriciales.
-Descansa cuando sea necesario, especialmente en viajes largos. Normalmente se recomienda parar cada hora y media o dos horas, pero al conducir de noche es mejor aumentar la frecuencia de los descansos. Hay que parar cada hora u hora y media o 150 km. Si notas lagrimeo, fatiga ocular, somnolencia o picor de ojos, son síntomas claros de cansancio y debes detener la marcha.
-Aumenta la frecuencia con la que miras los espejos retrovisores, para anticipar cualquier situación que pueda transformarse en un potencial peligro.
-Señaliza todos tus movimientos, aunque pienses que no hay más coches en la carretera.
-Ventila bien el interior del coche. La temperatura es muy importante a la hora de conducir cómodo y concentrado en la carretera. Usa el climatizador y ponlo entre 20 y 22 grados. Un ambiente demasiado cálido induce somnolencia, mientras que el frío excesivo puede generar tensión y fatiga muscular.
-No uses la luz interior del coche, porque reducirá tu visibilidad.
El deslumbramiento causa pérdida de visión momentánea y es uno de los momentos más peligrosos que puede haber al conducir de noche. Si en algún momento te pasa, porque las luces de un coche que circula por el carril contrario te inciden directamente, debes mirar hacia el lado derecho del carril y reducir la velocidad hasta recuperar la visión normal.
Del mismo modo, es importante que no seas tú el que deslumbra a otros coches. Usa las luces largas cuando no haya coches delante o en sentido contrario. Si la carretera es muy oscura o tiene muchas curvas, lleva las luces de carretera y cambia a las de cruce si ves otro coche.
También es recomendable revisar la vista una vez al año, especialmente, si sueles conducir de noche.
Conducir de noche implica unos riesgos mayores que hacerlo de día. Por eso es incluso más importante revisar el coche frecuentemente, conducir más atento y con más cuidado y parar con más frecuencia si te sientes cansado.
Siguiendo estos consejos para conducir de noche, minimizarás los riesgos y disfrutarás de un viaje nocturno más seguro y tranquilo.
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