Cómo comprobar el desgaste de los neumáticos
Los neumáticos son clave para tu seguridad. Descubre cómo comprobar si están gastados, cuándo cambiarlos, cómo cuidarlos y qué factores aceleran su desgaste.
¿Crees que ya te toca cambiar los neumáticos de tu coche? ¿No te acuerdas de cuándo los pusiste y tienes dudas de si están en buen estado? En este artículo te queremos explicar cómo comprobar el desgaste de los neumáticos y, además, darte indicaciones sobre cuándo debes cambiarlos, qué hacer para que duren más kilómetros y cómo evitar el desgaste prematuro.
Los neumáticos son un componente clave a la hora de conducir con seguridad, ya que son el único elemento de contacto entre el coche y la carretera. Su estado influye directamente en el agarre al tomar curvas, en la capacidad de frenado, en la estabilidad del conjunto y en el consumo del vehículo.
Es inevitable que los neumáticos se gasten con el tiempo. El contacto con el asfalto, las frenadas, los giros, las temperaturas… todo afecta y puede acabar reduciendo su capacidad de agarre. Unos neumáticos en mal estado pueden provocar:
- Mayor distancia de frenado.
- Menor estabilidad y agarre al tomar curvas.
- Multas y sanciones por no cumplir con la profundidad mínima legal. La profundidad del dibujo debe ser, como mínimo, de 1,6 mm. Si circulas con un coche con las ruedas por debajo de ese límite, la multa puede ser de hasta 200 euros por rueda.
-Aumenta el riesgo de aquaplaning. O lo que es lo mismo, el deslizamiento descontrolado del coche, que se produce cuando los neumáticos no son capaces de evacuar más agua y el coche empieza a “flotar” sobre la carretera.
-No pasar la ITV. El desgaste, mal estado o incluso los daños en los neumáticos pueden transformarse en defectos graves o muy graves cuando vayas a pasar la inspección.
Por todas estas razones, conviene que revises los neumáticos periódicamente y te asegures de que están en buen estado.
Comprobar el estado de los neumáticos es muy sencillo. Puedes hacerlo tú mismo o llevarlo a tu taller favorito. En la red de Servicios Técnicos Oficiales de Kia pueden comprobar tus neumáticos. Allí también los vigilarán cada vez que pases la correspondiente revisión de mantenimiento.
-Comprobación visual. Observa si hay zonas lisas, cortes, bultos, grietas, si están cuarteados, etc. Son signos muy claros de desgaste o daños internos. En caso de detectarlos, acude a tu taller favorito.
-Testigos de desgaste. Todos los neumáticos los tienen. Son pequeñas protuberancias visibles en las ranuras principales. Si la superficie de rodadura está al mismo nivel que el del testigo, el neumático debe cambiarse.
-Medidor de profundidad. El método más preciso es usar un calibre. Para usarlo, debes colocarlo en varias ranuras del neumático y comprobar la medida. Si alguna medición es inferior a 1,6 mm, el neumático ya no es seguro (ni legal para circular). A partir de 3 mm de profundidad restante, recomendamos considerar el cambio. Esto se debe a que el rendimiento del neumático (especialmente en mojado) disminuye significativamente por debajo de ese umbral
Hay diferentes variables que hacen que los neumáticos duren menos:
-Presión inadecuada. Si hay demasiada presión, se desgasta el centro. Si hay poca, sufren más los bordes de la banda de rodadura. Por eso es importante revisar los neumáticos periódicamente (una vez al mes es lo óptimo) y ajustar la presión a las recomendaciones del fabricante acorde a tus necesidades y nivel de carga. Una acción que siempre hay que llevar a cabo con los neumáticos en frío.
Un gran aliado para comprobar que la presión de cada rueda es la correcta es el sistema Kia TPMS. Este sistema cuenta con sensores que monitorizan cada uno de los neumáticos y si alguno baja del 25% de la presión recomendada encenderá la luz de advertencia en el panel de instrumentos.
-Conducción agresiva. Si aceleras bruscamente, actúas sobre la dirección de manera demasiado incisiva o frenas de golpe de forma habitual, se gastarán más rápidamente.
-Carga del coche excesiva de forma prolongada. El mayor peso somete al neumático a mayor estrés y aumenta el deterioro. Sobre todo, si no ajustas la presión a esas condiciones de carga elevada.
-Temperaturas extremas. El calor acelera el desgaste y el frío puede hacer que el caucho se quede más rígido, lo que hace que pierda flexibilidad y, por tanto, agarre.
-Vías por las que circules. Unas carreteras con el firme en mal estado o un asfalto más rugoso desgastan mucho los neumáticos. Y por supuesto, las zonas bacheadas potencian el riesgo de pinchazos o reventones.
- No mover el coche en mucho tiempo. Que un coche se quede parado durante un largo periodo de tiempo no es bueno para los neumáticos, ya que la superficie de contacto siempre es la misma y el neumático se puede llegar a deformar. En esos casos, mover el coche al menos cada dos semanas resultaría ideal.
Queremos puntualizar que el desgaste de las ruedas en los coches eléctricos es algo más rápido debido a algunos de estos puntos. Los EV pesan más por la batería y aceleran con más fuerza, generando más fricción y aumentando el deterioro.
Asegurar un buen mantenimiento, conducir de forma prudente y evitar llevar el coche siempre “sobrecargado”, contribuye a que el desgaste sea más uniforme, progresivo y lento.
Ten en cuenta que, en situaciones adversas, como con lluvia o nieve ligera, un neumático de calidad y en buen estado puede marcar la diferencia entre mantener el control del coche o no. Por eso, es importantísimo para tu seguridad que compruebes el desgaste de los neumáticos siguiendo los consejos que te hemos dado en este artículo.
Invertir en neumáticos de calidad y en accesorios originales es una de las mejores decisiones para alargar la vida útil de tu coche. Y si vives en zonas frías o con condiciones meteorológicas adversas, valora instalar neumáticos todo tiempo o all season: especialmente eficaces en dichas condiciones y cuando la temperatura baja de los 7ºC.
Si realizas el mantenimiento en Kia, también tendrás la garantía de que revisaremos a fondo las ruedas de tu coche. Una inspección preventiva siempre te saldrá más rentable que una reparación de emergencia en medio de la carretera.
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